1. Llámame Paolo
Vísperas de año nuevo.
11:46 pm.
31- diciembre
La música estaba a tope, las luces estaban comenzando a marearme, claro que pienso que son las luces y no el montón de sustancias psicotrópicas que me había metido ya.
Una bonita y destructiva fiesta de año nuevo, y como debían darse su primer beso, habían un montón de parejas sentadas como morsas en el balcón a la espera de los fuegos artificiales. Yo me movía entre la gente a media pista, se supone que iba a buscar a Lana, mi mejor amiga, pero en lugar de eso terminé bailando, restregando el trasero contra alguien que conocía muy bien.
11:51 pm
Lana se había encerrado con un sujeto que no conocía en una habitación, aunque debería preocuparme porque Lana tiene novio, es un sujeto llamado Andy muy dulce que la trata como una reina, podría recriminarle que esté siendo infiel de no ser porque hacía cinco minutos dejé de fregarle mi trasero y comencé a besarlo, bueno... Devorarlo.
11:55 pm.
Lana no se merecía ésto pero mierda que bien besa su novio, y que mal se siente... y del living terminamos corriendo la puerta de uno de los baños de la primer planta. Él no dijo nada en ningún momento, de todas formas no esperaba que lo hiciera, solo necesitaba saciar la humedad sobre mi entrada.
—¡5!—
Comenzó el conteo afuera, seguramente con todos arrimados en el balcón y Lana chingando con el otro sujeto en la habitación.
—¡4!—
Andy arrancó mis pantalones y exitado completamente cegado por el placer que le daba cómo continuaba frotandome contra él, terminó sacándome de igual forma mi humeda ropa interior.
—¡3!—
Andy entró de un tajo y ambos soltamos un ruidoso y sucio gemido. Le sostuve las caderas para que se mantuviera quieto unos momentos hasta que me acostumbré.
—¡2!—
El vaivén dió inicio con movimientos duros y toscos, era evidente que ambos llevábamos deseando ésto tanto tiempo... Andy gemía ronco y gutural y yo soltaba alaridos agudos cuando tocaba mi punto.
—¡¡¡1!!!—
De pronto los gritos de emoción afuera se volvieron tan callados. Andy estaba haciendo muy buen trabajo. Me había empotrado contra la pared y yo terminé mirando de frente a la puerta de entrada.
—¡FELIZ AÑO NUEVO!—
Los vitoreos continuaron cerca de 15 minutos la música había subido de volumen y la fiesta continuó más ruidosa que antes. Lo que ayudó bastante porque estaba a punto de llegar al orgasmo y Andy no ayudaba en nada haciendo movimientos más bruscos.
Pero...
Lana entro con lágrimas en los ojos y una mejilla enrojecida... Al parecer alguien no paso un buen sexo... A juzgar por su cabello y las lágrimas podría jurar que ni siquiera le sacaron el vestido ceñido.
—Ah aagh, de-ah-detente ¡AH!— ...Carajo... Andy terminó por ignorar mi petición, y ahí, frente a la mirada incrédula y ahogada en lágrimas de lana, yo terminé con un fuerte gemido y Andy me siguió de igual forma, acabando como bestia cansada, bufando como si fuera a desplomarse.
—... Lana...—
Intenté hablarle cuando Andy se me quitó de encima, sabía lo explosiva que mi amiga era... Bueno, ni siquiera debería continuar llamándola así...
—Eso fué increíble, no sabes cuántas ganas te traía... Marcus— Andy por supuesto no se había percatado de Lana. De un tirón le dí la vuelta y Lana comenzó a deformar su rostro en uno lleno de rabia e impotencia.
—¡Eres una zorra Marcus! ERES UNA MALDITA ZORRA—
—LANA CÁLMATE YO...—
—¡No me digas que me calme, ERA MI NOVIO!—
Lana se apresuró a mí, yo igual me apresure pero a vestirme e intenté arreglar lo que claramente no podía.
Lana se me avalanzo, me comenzó a abofetear y cuando tomó el florero del lavabo supuse que había valido madre, pero aún así me intenté defender, estaba demasiado borracho así que no pude hacer gran cosa y de tajo Lana me golpeó con el florero y por inercia terminé en el piso casi inconsciente, estaba desorientado y escuchaba un pitido agudo y molesto en el oído que recibió el impacto.
Entre los zumbidos de mi cabeza pude escuchar a medias los reclamos de Andy y la desesperación de Lana.
—MALDICION LO MATASTE!—
—¡Quieres callarte idiota, lo hice por ti!— . —¡Yo nunca te pedí que lo matarás!—
—¡Y yo no te pedí que te lo cogieras!— Se escuchó un incómodo silencio... Si, lo podía apreciar desde el suelo.
—Maldicion... Vamos a ir a prisión....—
Las voces se comenzaron a hacer muy lejanas hasta que cayeran en un silencio y yo en la inconsciencia.
Plot twist claro que sí, porque me desperté en una habitación vacía de una casa que no conocía. Y esque de verdad no topaba nada de ahí, estaba envuelto en una sábana hasta la coronilla, me tuve que desenvolver a tirones, cuando ya me encontré incorporado, no podía creer lo que veía. Una horrorosa casa abandonada a punto de caerme encima, habían paredes rasguñadas por seguramente zarigüeya o mapaches, y yo aaagh Dios QUE ASCO yo estaba metido en una bañera oxidada llena de tierra y bichos, dispuesta al fondo de la habitación..
—¡¿Hola?!— Apresurado me puse en pie y salí de la bañera para acercarme a la única ventana de la pieza.
Por suerte para mí, iba pasando una señora acompañada de su hija, quién fué la pequeña bendición al voltearme a ver.
—¡¿Hola pueden escucharme?!— coloqué mis manos sobre la vieja ventana y grité... Pero creo que no me escucharon y solo vieron mis ademanes desesperados desde afuera... Y bueno... Cuando la señora me vió pegó un gritote como si hubiera visto un muerto y salió corriendo...
... Muerto... De repente todos los recuerdos de posiblemente la noche anterior llegaron a mi mente...
... Nop, definitivamente no estaba muerto, podía tocar las cosas y estaba respirando, y definitivamente no recordaba casi nada, busqué mi celular desesperado pero santa mierda, claro que no estaba.
—Arrgh MIERDA— me alejé de la ventana y apresure el paso hacía la planta baja, y precisamente fué cuando llegué que supe dónde estaba.
Lo imbéciles de Lana y Andrés me trajeron a la casa abandonada junto al acerradero a las afueras de la ciudad... ¡Y me robaron el celular!
—Ok ok, Marcus... Cálmate, de seguro solo se asustaron y...— me quedé callado cuando recordé las palabras de Andy —¿Lo mataste?—, y mi ubicación, la ausencia de mi teléfono y el echo de que desperté envuelto en una maldita sabana dentro de una bañera!... ESOS PENDEJOS CREEN QUE ESTOY MUERTO!
Bueno igual no es que el golpe de Lana hubiera sido suavecito... Putasisimo que me pegó. Verifique el sitio, que estuviera solo y busqué un espejo. Dioses me veía horrible, tenía sangre por el costado del rostro y mi ropa estaba desordenada y sucia, lucía como si me hubieran arrastrado por la tierra... Ay no, no quiero ni saber lo que hicieron conmigo.
No podía buscar nada que me indicara en qué día estaba y que hora era por el simple echo de que ésta casa llevaba más de 20 años abandonada... El escondite perfecto para un homicidio....
Me debatí entre salir o no, pero mi estómago rugiendo me indicó que debía salir. Sabía dónde estaba, ahora solo necesitaba encontrar transporte para ir a mi departamento, estaba demasiado lejos como para caminar...
Pero Dios me odia por vivir en pecado y fornicación. Salí y viendo el sol apunto de ponerse supuse que eran pasadas las 4 o 5 de la tarde, eso explicaba porqué tenía tanta hambre si llevaba casi un día durmiendo. No había rastros de autos, así que tuve que caminar los 4 kilómetros que restaban entre la autopista y un montón de plantíos de trigos sin cultivo todavía, era demasiado temprano en el año para que comenzarán a florecer.
Resenti el viento aún invernal en el ambiente, rara vez nevaba aquí, pero si había clima helado la mayor parte del otoño y el invierno, me sobe los brazos, aún llevaba la misma playera suelta que usaba en la fiesta y los pantalones ajustados. Caminé al rededor de medio kilómetro cuando a lo lejos pude divisar un auto... ¡Un maldito auto!
Apresurado dejé mis brazos en paz y trote hasta acercarme. Estaba estacionado... Y sacaba humo... Fantástico, si es un auto, pero un maldito auto descompuesto 👍🏻.
—Ash— Lo pasé de largo, avancé de la cajuela al frente, no pude evitar notar que era un auto muy lindo, de un brillante marrón y de una marca que ni de pedo conocía, pasé por el cofre levantado, el buen conductor debía de estar intentando arreglarlo, de todas formas no podría ayudarle, no sabía nada de pedos mecánicos, en la academia de donceles solo nos enseñaron a bordar y cocinar, y odio admitir que en ninguna de las dos fui bueno 👍🏻
— Vieni o no? Questa spazzatura non si accenderà più— Uhhhh~ un italiano... Seguí caminando y dí con un hombre alto de brazos fuertes, estaba de espaldas pero me brindaba un excelente panorama desde ahí, lo seguí escuchando en silencio, tenía la voz muy rasposa, como la voz de las hermanas de Marge, y éso me causó gracia, quizá fumaba...
—Sai cosa, lascia perdere, ci vediamo nell'appartamento— Parecía molesto, yo simplemente permanecí en mi sitio, quería ver el rostro de ése cuerpo tan chulo.
Uy uy, se comenzó a dar la vuelta, colgó su llamada y giró sobre sus talones. Creo que lo asusté porque dió un respingo cuando me vió plantado frente a el.
—....— 🙂
—... Ciao?...—
—...— 🙂
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Haber, no es que tenga algo con la edad... Osea sí pero no... Pero el sujeto que está frente a mí podría ser mi... ¿Papá? Osea sí tiene un cuerpo riquísimo, pero noo, no puedo, el señor tiene más años que mis amigos más viejooos.
Levanté los hombros inconscientemente cuando él me miró de arriba a abajo, me sentí abrumado, escaneado... Aaaahh! Éste sujeto me está viendo raroo.
—Lo- lo lamento yo, pensé que era alguien más...—
Me intenté alejar, argh pendejo yo, ¿Qué estaba pensando? Claro que iba a ser un señor. Comencé a dar pasos hacía atrás, pero el sujeto se me acercó, y jamás en mi corta vida de lujuria y pecado me había sentido tan temeroso de que alguien quisiera tocarme como ahora, me sentía como si fuera una presa y estaba comenzando a desesperarmeee.
—No no, tu cabeza... ¿Estás bien?— Hablaba raro, como si no dominara el asento, señaló mi frente y apresurado asentí.
—Sii si estoy bien... Miré, no se preocupe y perdón por interrumpir...—
—Ven te llevo. Vienen por mi, te vienes conmigo— Ok ¿Qué?
—No señor enserio, estoy bien.—
—Por favor déjame ayudarte.—
Es momento de huir 👍🏻, giré en mi eje y cerré los ojos mientras caminaba a toda prisa, estaba asustadoooo y quería llegar a casaaaa y bañarmeee, a parte tenía un chingo de hambre.
—Señorita, insisto.— ¿Acaba de confundirme con una mujer? Aaaahhhh apresura el paso apresura el paso.
—Noo-oh gracias señor, es usted muy dulce pero conozco el camino de regreso~
—Son más de 3 km, ¿Segura que quieres caminar ése tramo? No es adecuado para una dama—
Me detuve pero solo por la cortesía, el don tenía razón, era demasiado que caminar y me moría de hambre. Con pesadez y un chingo de miedo me dí vuelta lentamente, sorprendiendome cuando me encontré al señor acompañado de un sujeto raro vestido con traje, lentes y una wea de esas como audífonos, al lado de una camioneta negra.
Mis ojos se agrandaron, porque pues claro, era bien obvio que éste señor era un tratante de blancas y estaba Apunto De Secuestrarme.
—Tranquila, es solo mi chófer, vamos— Se apresuró a aclarar el don, porque evidentemente puse cara de querer salir corriendo.
Y así, el don me llevó de vuelta a la ciudad, a mitad del trayecto mi barriga rugió y don caridad se tomó la libertad de cambiar de rumbo a un restaurante lleno de cosas brillantes y manteles rojos, tampoco me podía negar, podría terminar siendo su rehén en cualquier momento👍🏻
—Dime, ¿Qué hacías caminando a media carretera?—
Don italiano no pidió nada de comer, yo tampoco quise pero él me pidió a tantos platos reaccionaba cuando los mencionaba, un sujeto muy espléndido...
—¿Cómo se llama?— ignore su pregunta, no iba a contarle que estaba regresando de una casa abandonada dónde se supone estaba escondido para que no fuera encontrado mi cadáver.
El italiano solo soltó una carcajada rasposa muy sexy para su edad, y recargó en la mesa intentando acortar distancia conmigo, pero claro que yo me llevé mi plato de langosta conmigo hasta el respaldo de la silla, alejándome.
—Llámame Paolo.— uuuuy lo dijo muy exquisito con ése asentó italiano. —Permíteme preguntarte lo mismo—
Me lo quedé viendo con las mejillas rellenas, no quería responder pero el don me estaba alimentando, y ya había evadido una pregunta. —... Marcus—
—¡Ah! Marcus, eres un niño precioso entonces— La cara de sorpresa de Paolo se transformó en una más... ¿Lasciva? Maldita sea éste señor me quiere violar.
—Le pido por favor que evite ésos comentarios.—
—Si te incomodan puedo dejarlo, pero a cambio ¿Me puedes hacer un favor?—
Si claro que sí señor, claro que lo voy a dejar robarse mis riñones 👍🏻
—¿Favor?— Insinue intentando no sonar tan insolente y dejé la copa de vino dulce de lado, ésta ah Sido la comida más cara de mi vida e irónicamente me estoy llenando las mejillas tanto como puedo.
—Uno muy simple. Es raro encontrar bellezas como tú en éste país, me gustaría concurrirte.— El señor cambió su semblante a uno más serio, y claro que él iba en serio, es demasiado abrumador porque ya había flirteado con personas más grandes pero NUNCA con uno de la edad de éste.
—Eh, si si, seguro...— Le dí por su lado lo mejor que pude, me apuré a limpiarme la boca, tragar lo que masticaba y ponerme de pie... acto que para mí mala suerte el don imitó...
—Perfecto, entonces sabrás de mí—
—Aja...— Asentí, llevaba horas aguantandome el pánico y se me estaba comenzando a desbordar. Dejé la servilleta en la mesa ¡Y corrí a mi libertad! Fuera del restaurante.
Súper perdidisimo porque ni de pedo conocía éste lado de la ciudad, pedí el primer taxi que ví y huí 👌🏻
Por fin...
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